Sanaa aspira a mostrar cómo el proyecto resuelve una de las problemáticas principales de la ciudad contemporánea
El nuevo proyecto francés ocupará 80 mil metros cuadrados en el corazón de París |
PARÍS, FRANCIA (07/JUL/2013).- Los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, premio Pritzker de Arquitectura, firman al frente de la agencia Sanaa la renovación de los históricos grandes almacenes La Samaritaine, proyecto que exhibe el Pavillon de l'Arsenal de París.
Los artífices de la ampliación del
Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y de la sede del Museo Louvre en
Lens (norte de Francia) muestran su futura creación como un "flash de
actualidad" sobre París, en el seno de la exposición permanente sobre la ciudad
que presenta el Arsenal.
Mediante una puesta en escena
minimalista, la agencia Sanaa (Sejima and Nishizawa and Associates) aspira a
mostrar cómo el proyecto resuelve una de las problemáticas principales de la
ciudad contemporánea, al ser a la vez un proyecto de rehabilitación, mixto, de
reconversión de usos y de inserción urbana.
Su exposición incluye cuatro maquetas
del edificio, así como tres pantallas con la proyección de diferentes vídeos
sobre el estudio japonés y sobre el pasado el presente y el devenir de ese
nuevo proyecto francés que ocupará 80 mil metros cuadrados en el corazón de
París.
Un centro urbano que aspiran a
transformar tanto los arquitectos japoneses como su cliente, el líder mundial
del lujo, LVMH, que piensa invertir en ello 450 millones de euros.
La primera metamorfosis de la vieja
Samaritaine, fundada por Ernest Cognarq y su esposa Louise Jaÿ en 1870,
afectará la vocación de los cuatro bloques de edificios que poco a poco fueron
reuniendo entre la calle Rivoli y el Sena.
Hasta constituir con ellos los famosos
grandes almacenes de fachada Art Nouveau y Art Deco en algunas de sus caras,
obra de los arquitectos Frantz Jourdain y Henri Sauvage.
La célebre "catedral del comercio
moderno", como le calificó Zola en su libro "Au Bonheur des
Dames", cerró sus puertas definitivamente en 2005, entre otras razones por
no estar adaptada a las nuevas normas de seguridad, tras haber comenzado a
hacerlo parcialmente en 1995.
A partir de 2016, tras dos años de
construcción que se prevé comiencen este mismo mes de julio, según adelantó un
portavoz del proyecto, el lugar acogerá un hotel de lujo, comercios también de
lujo, oficinas, y viviendas sociales y una guardería, por deseo de la alcaldía
de París que en su ausencia bloqueó inicialmente el permiso de construir.
En concreto, el futuro de la
Samaritaine se traduce así: 26 mil 400 metros cuadrados de comercio, 20 mil
metros cuadrados de oficinas, 14 mil metros cuadrados de hotel de lujo para 72
suites y habitaciones, siete mil metros cuadrados para 96 alojamientos sociales
y otros mil de guardería con capacidad para 60 cunas.
En la calle Rivoli, cuya fachada será
enteramente transformada por Sanaa, envuelta en una transparencia casi
inmaterial, las demoliciones comenzaron hace ya varias semanas, según dijo a
Efe el jefe del proyecto de la agencia en París, Marc Dujon.
La audacia arquitectónica de los
premios Pritzker 2010 brillará en la doble y a veces triple fachada de vidrio
ondulada y serigrafiada que se proyecta en el bloque de la calle Rivoli.
Tal y como hubiera querido hacer el
fundador de la Samaritaine, ese edificio contará pronto con "una nueva
identidad", explicó Dujon.
Para ello, a excepción de una parte del
inmueble construida en el siglo XVII, esta "isla Rivoli" será
derribada y reconstruida enteramente con un enorme patio abierto en el
centro.
La misma idea de patio central,
recreada en las otras "islas", o bloques, a imagen del famoso techo
acristalado preexistente en uno de ellos, conforma uno de los eventos
arquitectónicos del proyecto Sanaa destinado a armonizar todo el
conjunto.
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